El blog de MATEÍNA

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jueves, 16 de setiembre de 2010

Los caminos del viento

Palabras de agradecimiento de Eduardo Galeano al recibir el Premio Stig Dagerman, en Suecia, el 12 de setiembre



Querido Stig:

Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.

Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Visto en Rebelión
Fuente: Cubadebate

Uso de nuestra inteligencia

por María Elena Pazos M.

Corazón de la Nebulosa Laguna, foto del telescopio Hubble

Los pueblos originarios del mundo entero, guardaron siempre el sentido mágico del cosmos. Sostenían que para aprender acerca de nuestros orígenes debíamos mirar hacia el cielo. Al ver las imágenes del Universo que nos regalan los astrofísicos, quedamos maravillados, asombrados. ¡Nuestra Tierra es un frágil punto, imperceptible en esta inmensidad! ¡El Universo es de una belleza asombrosa! Con nuestra "modernidad" le hemos restado el carácter sagrado al cosmos y, al intentar una explicación a la historia del mundo y de la humanidad, lo hacemos analizando tan sólo nuestra actividad (¡qué egocéntricos somos!), y no de una manera holista que integre al mundo físico y biológico con los humanos actuando como un Todo. En las últimas décadas se ha hecho cada vez más evidente que progreso científico no siempre significa progreso humano. Desde la Antigua Grecia que nos enseñó el arte de pensar ordenadamente, la razón se ha tenido como el motor del progreso. Con ella se construyó el Imperio Romano, la Iglesia-institución, el Sacro Imperio Germano Romano, toda Europa. Se llegó a la Ilustración, al Nuevo Mundo, al saqueo de sus riquezas y exterminio de sus pueblos originarios. También se logró reelaborar las riquezas de la cultura greco-romana, se hizo literatura, pintura, música, en fin, floreció el arte. Se hizo ciencia, se investigó, se descubrió, se llegó a la Era Industrial, al comercio masivo, al reparto de África y a dos terribles Guerras Mundiales. Y hoy, sumidos en esta época tecnológica, en la globalización, en el "postmodernismo" y en el vacío existencial, surgen nuevamente las preguntas: ¿quién soy? ¿qué quiero? ¿qué es la felicidad?

martes, 14 de setiembre de 2010

'Sueña y serás libre'

Editorial de Revista Fusión

Vives en un espacio que fue diseñado para ti. Es un espacio cerrado, acotado, vallado, lleno de normas, de reglas, de leyes, de prohibiciones. Es un cuadrado, o mejor, un cubo, donde la vida se reduce a tres dimensiones.
Te educaron, te enseñaron, te convencieron de que la vida se reducía a eso, de que ese era el espacio, todo el espacio posible, porque fuera de esas fronteras, mas allá de esas paredes, sólo existía el caos, el desorden, lo maligno.
Te enseñaron a pensar y a sentir dentro de esa jaula, que para unos es de oro y para otros, la mayoría, de hierros oxidados. Pero siempre es una jaula, y tú su prisionero.
Redujeron tu mente a la mínima expresión, solo lo suficiente para que puedas cubrir tus necesidades animales y vegetales, pero no para desarrollar tus capacidades como ser humano, no para impulsar aquellas cualidades que te permiten pensar por ti mismo, ser tú mismo, aquellas que te conducen hacia la libertad, hacia el descubrimiento de tu potencial, hacia la verdad de quién eres y qué futuro te espera cuando logres salir del cubo, de la prisión, de la jaula.
Te enseñaron a no atreverte, a no arriesgarte, a conformarte con lo que otros consideran bueno para ti, útil para ti, suficiente para ti. A temer a lo desconocido, a aceptar los dogmas impuestos sin pensar si son o no ciertos. A adorar a los “dioses”.
Te educaron para obedecer las normas sin hacerte preguntas, a acatarlas con sumisión y, además, con agradecimiento, porque estás convencido de que no te mereces más.
Te engañaron y te siguen engañando. Lo hacen todos los días de tu vida. Lo siguen haciendo porque tienen que mantener viva la gran mentira. Es su alimento. Es su razón de ser. Es lo que les mantiene en su pedestal.
Depositaron un poco de comida en tu jaula y grandes dosis de diversión enlatada para que estés entretenido, para que no pienses, para que no cuestiones tu vida, tu situación, el sistema, el gobierno mundial del orden.

“Un tiempo histórico donde lo subjetivo ha ingresado en la forma mercancía”

Fuente: Página 12
Entrevista a Jorge Alemán, psicoanalista, consejero cultural de la Embajada Argentina en España, por Natalia Aruguete y Bárbara Schijman
–¿Cuál es el aporte de Lacan, la política en cuestión... para pensar la relación entre psicoanálisis y política?
–Es una relación tensa, problemática, porque la política se ocupa de los hechos colectivos y el psicoanálisis, en principio, se ocupa de la teoría del sujeto. Pero es cierto que a partir de Lacan, esa teoría del sujeto se vincula también a la construcción de los lazos sociales y, en particular, a la construcción discursiva de la realidad. A su vez, la política, las ciencias políticas y las teorías sociales han empezado a tener en cuenta cómo está hecho el sujeto. Por lo tanto, ya no basta describir los hechos objetivos, sino que es necesario considerar cómo se constituyen ciertas respuestas subjetivas en esos procesos. Las transformaciones sociales, o lo que impide que éstas ocurran, exigen –en muchas ocasiones– ver de qué manera han sido subjetivados esos procesos sociales. A su vez, después de la crisis del modelo neoliberal, a medida que vuelve a tomar forma la teoría de los antagonismos sociales, es necesaria una teoría de cómo funcionan los sujetos en esos antagonismos. Porque ya no son los antagonismos clásicos, como la lucha de clases, sino antagonismos más fragmentados, ya no aparecen claramente objetivables, pero sí funcionan dentro de la estructura social. A ese respecto, el psicoanalista puede dar cuenta de la implicación subjetiva de estos procesos.

–¿A qué llama “antagonismos fragmentados”?
–Cuando funcionaba la teoría de la lucha de clases, la clase trabajadora, por su posición objetiva dentro del modo de producción, era la destinada a llevar a cabo la transformación. Se pensaba que –por lo mismo– era el sujeto histórico que iba a realizar la esencia humana. Hoy no aparece un sujeto histórico objetivable de esa manera.

lunes, 13 de setiembre de 2010

Para salvar la vida: las mujeres en el poder

por Leonardo Boff

Hay una feliz singularidad en la actual disputa presidencial de Brasil: la presencia de dos mujeres, Marina Silva y Dilma Rousseff. Ellas son diferentes, cada cual con su propio estilo, pero ambas con indiscutible densidad ética y con una comprensión de la política como virtud al servicio del bien común y no como técnica de conquista y uso del poder, generalmente, en beneficio de la propia vanidad o de intereses elitistas que todavía predominan en la democracia que heredamos.

Ellas surgen en un momento especial de la historia del país, de la humanidad y del planeta Tierra. Si pensamos radicalmente y llegamos a la conclusión –como han llegado notables cosmólogos y biólogos– de que el sujeto principal de las acciones no somos nosotros mismos, en un antropocentrismo superficial, sino la propia Tierra, entendida como superorganismo vivo, cargado de propósito, Gaia y Gran Madre, entonces diríamos que es la propia Tierra la que a través de estas dos mujeres nos está hablando, llamando nuestra atención y advirtiendo. Ellas son la propia Tierra que clama, la Tierra que siente y que busca un nuevo equilibrio.

Este nuevo equilibrio deberá pasar predominantemente por las mujeres y no por los hombres. Éstos, después de siglos de arrogancia, están más interesados en garantizar sus negocios que en salvar la vida y proteger el planeta. Los encuentros internacionales nos los muestran poco preparados para lidiar con temas ligados a la vida y a la preservación de la Casa Común. En este momento crucial de graves peligros, se invoca a aquellos sujetos históricos que están, por su propia naturaleza, mejor equipados para asumir misiones y acciones ligadas a la conservación y al cuidado de la vida. Son las mujeres y sus aliados, los hombres que hubieren integrado en sí las virtudes de lo femenino. La evolución las hizo estar profundamente ligadas a los procesos generadores y cuidadores de la vida. Ellas son las pastoras de la vida y los ángeles de la guarda de los valores derivados de la dimensión del anima (de lo femenino en la mujer y en el hombre), que son el cuidado, la reverencia, la capacidad de captar, en sus mínimas señales los mensajes y sentidos; sensibles a los valores espirituales como la entrega, el amor incondicional, la renuncia a favor del otro y la apertura a lo Sagrado.