por Leonardo Boff
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No son pocos quienes sostienen la tesis de que estamos en un momento dramático de descomposición de los lazos sociales. Alain Touraine habla incluso de fase pos-social en lugar de pos-industrial.
Esta descomposición social se revela por polarizaciones o por lógicas en oposición radical: la lógica del capital productivo, cerca de 60 billones dólares/año, y la del capital especulativo, cerca de 600 billones de dólares bajo la égida del greed is good (la codicia es buena). La lógica de los que defienden el mayor lucro posible y la de los que luchan por los derechos de la vida, de la humanidad y de la Tierra. La lógica del individualismo que destruye la «casa común», aumentando el número de los que ya no quieren convivir más, y la lógica de la solidaridad social a partir de los más vulnerables. La lógica de las élites que hacen los cambios intrasistema y se apropian de los beneficios, y la lógica de los asalariados, amenazados de desempleo y sin capacidad de intervención. La lógica de la aceleración del crecimiento material (Brasil) y la de los límites de cada ecosistema y de la propia Tierra.
Existe una desconfianza generalizada de que del sistema imperante pueda venir algo bueno para la humanidad. Vamos de mal en peor en todo lo que se refiere a la vida y a la naturaleza. El futuro depende del caudal de confianza que los pueblos tienen en sus capacidades y en las auténticas posibilidades de la realidad. Y esta confianza está menguando día a día.
Nos estamos enfrentando a este dilema: o dejamos que las cosas sigan así como están y entonces nos hundiremos en una crisis terminal o nos empeñamos en la gestación de una nueva vida social que sostendrá otro tipo de civilización. Los vínculos sociales nuevos no se derivarán de la técnica ni de la política actuales, despegadas de la naturaleza y de una relación de sinergia con la Tierra. Nacerán de un consenso mínimo entre los humanos, que debe ser construido en torno al reconocimiento y respeto de los derechos de la vida, de cada sujeto social, de la humanidad y de la Tierra, considerada como Gaia y nuestra Madre común. A esta nueva vida social deben servir la técnica, la política, las instituciones y los valores del pasado. Vengo pensando y escribiendo sobre estas cosas desde hace por lo menos veinte años. Pero ¿quién escucha? Es voz perdida en el desierto. «Clamé y salvé mi alma» (clamavi et salvavi animam meam, diría desolado Marx).
El blog de MATEÍNA
El blog de Mateína
martes, 12 de julio de 2011
domingo, 10 de julio de 2011
Imperativo espiritual
por Satish Kumar
Visto en Qooantum
La materia y el espíritu son dos lados de la misma moneda. Lo que medimos es materia, lo que sentimos, espíritu. La materia representa cantidad, el espíritu nos habla de calidad. Sin espíritu la materia no tiene vida. Un árbol también tiene cuerpo y espíritu; hasta las piedras que parecen inertes contienen su espíritu. No hay dicotomía, ni dualismo, ni separación entre materia y espíritu.
El problema no es la materia, sino el materialismo. Tampoco hay problema con el espíritu, pero el espiritualismo sí es problemático. En el momento que encapsulamos una idea o un pensamiento en un ‘ismo’ creamos los cimientos del pensamiento dualista. El universo es uni-verso: una canción, un poema, un verso. Contiene formas infinitas que bailan juntas en armonía, cantan en concierto, se equilibran en la gravedad, se transforman en evolución, mientras el universo mantiene su entereza y su orden implicado. Oscuridad y luz, arriba y abajo, izquierda y derecha, palabras y significado, materia y espíritu se complementan, cómodos en un abrazo mutuo. ¿Dónde está la contradicción? ¿Dónde está el conflicto?
La vida alimenta a la vida, la materia alimenta a la materia, el espíritu alimenta al espíritu. Los tres se alimentan entre sí. Existe reciprocidad total. Esta es la visión global oriental, una visión global antigua, una visión global que existe en las tradiciones tribales de las culturas preindustriales en las que la naturaleza y el espíritu, la tierra y el cielo, el sol y la luna, existen en reciprocidad y armonía eternas.
Las culturas dualistas modernas ven la naturaleza salvaje, la supervivencia de los más fuertes, la desaparición de los débiles y los mansos, el conflicto y la competición, como la única verdadera realidad. Desde esta visión global emerge la noción de una ruptura entre la mente y la materia. Una vez separadas la mente y la materia, el debate comienza sobre si la mente es superior a la materia o la materia es superior a la mente.
Visto en Qooantum
La materia y el espíritu son dos lados de la misma moneda. Lo que medimos es materia, lo que sentimos, espíritu. La materia representa cantidad, el espíritu nos habla de calidad. Sin espíritu la materia no tiene vida. Un árbol también tiene cuerpo y espíritu; hasta las piedras que parecen inertes contienen su espíritu. No hay dicotomía, ni dualismo, ni separación entre materia y espíritu.
El problema no es la materia, sino el materialismo. Tampoco hay problema con el espíritu, pero el espiritualismo sí es problemático. En el momento que encapsulamos una idea o un pensamiento en un ‘ismo’ creamos los cimientos del pensamiento dualista. El universo es uni-verso: una canción, un poema, un verso. Contiene formas infinitas que bailan juntas en armonía, cantan en concierto, se equilibran en la gravedad, se transforman en evolución, mientras el universo mantiene su entereza y su orden implicado. Oscuridad y luz, arriba y abajo, izquierda y derecha, palabras y significado, materia y espíritu se complementan, cómodos en un abrazo mutuo. ¿Dónde está la contradicción? ¿Dónde está el conflicto?
La vida alimenta a la vida, la materia alimenta a la materia, el espíritu alimenta al espíritu. Los tres se alimentan entre sí. Existe reciprocidad total. Esta es la visión global oriental, una visión global antigua, una visión global que existe en las tradiciones tribales de las culturas preindustriales en las que la naturaleza y el espíritu, la tierra y el cielo, el sol y la luna, existen en reciprocidad y armonía eternas.
Las culturas dualistas modernas ven la naturaleza salvaje, la supervivencia de los más fuertes, la desaparición de los débiles y los mansos, el conflicto y la competición, como la única verdadera realidad. Desde esta visión global emerge la noción de una ruptura entre la mente y la materia. Una vez separadas la mente y la materia, el debate comienza sobre si la mente es superior a la materia o la materia es superior a la mente.
Satish Kumar: Tan simple que casi nadie lo entiende
Satish Kumar, pensador y editor de la revista Resurgence, es un activista de filosofía budista por una mejor integración de la humanidad en el planeta Tierra. Junto con Vandana Shiva trae una visión científico-espiritual del mundo que resulta muy interesante. Tal como él mismo describe, una espiritualidad que olvida la ciencia se acaba convirtiendo en dogma y superstición, y una ciencia que olvida la espiritualidad acaba poniendo la "técnica" al servicio de poderes avariciosos, egoístas y destructivos.
Nota sobre la muerte de Facundo Cabral
por Jorge Campos Arce
Tomado de Julia Ardón
Cuando suceden este tipo de tragedias esto nos consterna a muchos y nos toca profundamente. Nos mueve diferentes emociones, ira, rencor, miedo, frustración, confusión, y otro sinfín de energías se mueven en nuestro interior. Si esta nota les sirve de algo por favor compártanla con las personas que aman. Si nos ayuda a reflexionar un poco y contactarnos más y más con nuestra alma habrá servido su propósito.
En el estado actual de la humanidad se vuelve muy importante canalizar todo esto hacia lo positivo. Las vibraciones más bajas nos llenas de ruido interno y no nos permiten vibrar desde nuestro centro espiritual. Estas energías generan un caos vibratorio a nivel de nuestro cuerpo energético, además de generar perturbaciones en nuestros campos emocional y mental. Y este caos se expresa a través de la búsqueda de escapes y del eterno bucle de tiempo del pensamiento en contraste con la inmediatez del alma.
Hay muchos que están lucrando y otros más que se alimentan de nuestra negatividad. Los medios y la industria del entretenimiento, los carteles farmaceúticos, la industria armamentista, los carteles de la droga denominada ilícita, los carteles bancarios y muchos más, ya que a través del miedo somos presas fáciles de manipular, entregamos felizmente nuestra libertad a cambio de seguridad y esto es peligroso.
Tomado de Julia Ardón
Cuando suceden este tipo de tragedias esto nos consterna a muchos y nos toca profundamente. Nos mueve diferentes emociones, ira, rencor, miedo, frustración, confusión, y otro sinfín de energías se mueven en nuestro interior. Si esta nota les sirve de algo por favor compártanla con las personas que aman. Si nos ayuda a reflexionar un poco y contactarnos más y más con nuestra alma habrá servido su propósito.
En el estado actual de la humanidad se vuelve muy importante canalizar todo esto hacia lo positivo. Las vibraciones más bajas nos llenas de ruido interno y no nos permiten vibrar desde nuestro centro espiritual. Estas energías generan un caos vibratorio a nivel de nuestro cuerpo energético, además de generar perturbaciones en nuestros campos emocional y mental. Y este caos se expresa a través de la búsqueda de escapes y del eterno bucle de tiempo del pensamiento en contraste con la inmediatez del alma.
Hay muchos que están lucrando y otros más que se alimentan de nuestra negatividad. Los medios y la industria del entretenimiento, los carteles farmaceúticos, la industria armamentista, los carteles de la droga denominada ilícita, los carteles bancarios y muchos más, ya que a través del miedo somos presas fáciles de manipular, entregamos felizmente nuestra libertad a cambio de seguridad y esto es peligroso.
Fragmento de “Cántico Cósmico” de Ernesto Cardenal
Visto en Julia Ardón
Picos de luz eterna en el polo norte lunar.
Allá arriba llaman las estrellas
invitándonos a despertar, a evolucionar,
salir al cosmos.
Ellas engendradas por la presión y el calor.
Como alegres bulevares iluminados
o poblaciones vistas de noche desde un avión.
El amor: que encendió las estrellas…
El universo está hecho de unión.
El universo es condensación.
Condensación es unión, y es calor. ( Amor.)
El universo es amor.
Un electrón nunca quiere estar solo.
Condensación, unión, eso son las estrellas.
La Ley de la Gravedad
che muove il sole e l´atre stelle
en una atracción entre los cuerpos, y la atracción
se acelera cuando se acercan los cuerpos.
La fuerza de atracción de la materia caótica.
Cada molécula
atrae a toda otra molécula del universo.
La línea más recta es curva.
Sólo el amor es revolucionario.
Picos de luz eterna en el polo norte lunar.
Allá arriba llaman las estrellas
invitándonos a despertar, a evolucionar,
salir al cosmos.
Ellas engendradas por la presión y el calor.
Como alegres bulevares iluminados
o poblaciones vistas de noche desde un avión.
El amor: que encendió las estrellas…
El universo está hecho de unión.
El universo es condensación.
Condensación es unión, y es calor. ( Amor.)
El universo es amor.
Un electrón nunca quiere estar solo.
Condensación, unión, eso son las estrellas.
La Ley de la Gravedad
che muove il sole e l´atre stelle
en una atracción entre los cuerpos, y la atracción
se acelera cuando se acercan los cuerpos.
La fuerza de atracción de la materia caótica.
Cada molécula
atrae a toda otra molécula del universo.
La línea más recta es curva.
Sólo el amor es revolucionario.
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