El blog de MATEÍNA
El blog de Mateína
viernes, 23 de julio de 2010
"A un sordo no le puedes mentir sin que te pille"
Entrevista a Ádám Kósa, primer eurodiputado sordomudo, por Lluís Amiguet en La Contra de La Vanguardia, hoy.
Mis abuelos maternos y paternos oían perfectamente, pero, por algún motivo, mi padre y mi madre nacieron sordomudos. Yo también me casé con otra persona auditivamente impedida y tenemos dos hijos también sordomudos...
Lo siento.
No lo sienta. Yo no lo siento. Al contrario, creo que he tenido la suerte de vivir los dos mundos, porque mis abuelos no eran sordomudos y aprendí a leerles los labios; con mis padres, con mi ex mujer y mis hijos sordomudos hablo con signos; igual que con mi actual pareja, también discapacitada.
¿Tiene ventajas el lenguaje de signos?
Nos da una mejor comprensión de algunas realidades y nos permite un entendimiento perfecto entre nosotros. No quiero parecer pretencioso, pero yo diría que los sordomudos vemos más cosas que ustedes: vemos cosas que ustedes no pueden oír.
¿En qué sentido? Ustedes miran el mundo un poco - y perdóneme por el símil- como un caballo con anteojeras: sólo en profundidad; sin perfeccionar su visión periférica. Por eso se pierden tantos detalles reveladores que no están en su plano central de lo que está sucediendo.
Por ejemplo.
No podrá mentir a un sordo de nacimiento.
¿Por qué?
Porque el mentiroso que oye está pendiente de disimular la mentira sólo en su rostro, ya que quienes pueden oír y hablar sólo se fijan en la cara del hablante.
Fútbol engancha a brasileños a masculinidad sin violencia
por Fabiana Frayssinet para IPS
Es noche de viernes y en una favela de esta ciudad de Brasil, un grupo de hombres se relaja tras la dura semana saboreando una cerveza, mientras en medio del bullicio habitual se cuela una canción.
La letra con ritmo de samba habla de temas tan típicos como el fútbol y las mujeres, pero también de violencia de género, y se mezcla con la humareda de carne asándose en una improvisada parrilla de una de las veredas de Santa Marta, una favela del sur de Río de Janeiro.
Muchos siguen el compás y canturrean la canción, que habla de un hombre que pelea con su mujer porque, preocupada por pagar el alquiler, se olvidó de lavar su uniforme de fútbol.
"Un problema entre marido y mujer es normal. Pero no me venga con agresión física o verbal", repite el pegadizo estribillo.
La canción integra la estrategia de la organización no gubernamental Promundo para sensibilizar a los hombres de la favela de Santa Marta, a través de dos símbolos culturales de Brasil, como el fútbol y la música, para abordar otro de sus temas protagónicos: las mujeres, pero con otra mirada.
Esa samba es también el himno informal de un campeonato de fútbol que hace seis meses se desarrolla en esta favela de10.000 habitantes, empinada en un morro sobre la costa. Para jugar hay una sola condición: participar en un taller sobre violencia contra la mujer y sobre la masculinidad.
"El proyecto quebró paradigmas para conversar de estos temas de hombre a hombre", explicó Gilson*, un cantante de rap de 32 anos, la noche que IPS compartió en la favela con un grupo de los 119 participantes de los talleres y equipos de fútbol de Santa Marta.
Es noche de viernes y en una favela de esta ciudad de Brasil, un grupo de hombres se relaja tras la dura semana saboreando una cerveza, mientras en medio del bullicio habitual se cuela una canción.
La letra con ritmo de samba habla de temas tan típicos como el fútbol y las mujeres, pero también de violencia de género, y se mezcla con la humareda de carne asándose en una improvisada parrilla de una de las veredas de Santa Marta, una favela del sur de Río de Janeiro.
Muchos siguen el compás y canturrean la canción, que habla de un hombre que pelea con su mujer porque, preocupada por pagar el alquiler, se olvidó de lavar su uniforme de fútbol.
"Un problema entre marido y mujer es normal. Pero no me venga con agresión física o verbal", repite el pegadizo estribillo.
La canción integra la estrategia de la organización no gubernamental Promundo para sensibilizar a los hombres de la favela de Santa Marta, a través de dos símbolos culturales de Brasil, como el fútbol y la música, para abordar otro de sus temas protagónicos: las mujeres, pero con otra mirada.
Esa samba es también el himno informal de un campeonato de fútbol que hace seis meses se desarrolla en esta favela de10.000 habitantes, empinada en un morro sobre la costa. Para jugar hay una sola condición: participar en un taller sobre violencia contra la mujer y sobre la masculinidad.
"El proyecto quebró paradigmas para conversar de estos temas de hombre a hombre", explicó Gilson*, un cantante de rap de 32 anos, la noche que IPS compartió en la favela con un grupo de los 119 participantes de los talleres y equipos de fútbol de Santa Marta.
jueves, 22 de julio de 2010
El origen del bricolaje
Artículo de Somos Primates
Un delfín protege su hocico con una esponja marina (imagen: artículo científico de la revista PLoS).
Cuando un grupo de investigadores observó por primera vez a un delfín con una esponja marina alrededor de la zona de la boca, pensó que esto había ocurrido de una manera accidental, probablemente mientras removía la arena en busca de pequeños crustáceos. Los investigadores pronto constataron que esto sucedía con relativa frecuencia y rápidamente descubrieron el misterio.
Estos asombrosos seres se cubren el morro con esponjas a modo de fundas con las que protegerse, mientras cavan en la arena del fondo del mar en busca de alimento. Debido a que hay gran cantidad de corales y peces peligrosos enterrados, los cetáceos pueden salir muy lastimados de estas operaciones. La esponja es un invento muy eficaz e ingenioso para buscar en el fondo marino sin dañarse. Algo similar ocurre con la rata topo lampiña, la cual coloca una pequeña astilla tras sus dientes para no tragar tierra mientras excava sus pasadizos en el interior de la tierra.
También hay ejemplos de uso de instrumentos en animales más desconocidos. Por ejemplo, las nutrias marinas son unos pequeños mamíferos que habitan el océano Pacífico. Dedican gran parte del día a bucear con la intención de capturar su comida preferida: almejas, erizos de mar y cangrejos. Cuando logran obtener uno, lo sujetan entre los dientes y comienzan a buscar una roca plana y de formas circulares. Entonces nadan hasta la superficie y flotan boca arriba. Luego la sostienen en su vientre a modo de yunque y, por último, cogen el molusco con las patas delanteras y comienzan a golpearlo hasta que consigue acceder a la parte comestible.
Los cuervos de Nueva Caledonia han desarrollado un sistema para abrir nueces de los más ingeniosos del mundo animal. En un principio las arrojaban sobre la carretera, para que los coches las abrieran a su paso con las ruedas. Pero debido al intenso ir y venir de coches, se convirtió en una actividad peligrosa. Así que pronto aprendieron los patrones del tráfico y ahora las dejan caer sobre los pasos de cebra. De esta manera pueden recoger los frutos cuando el semáforo torna a rojo con total tranquilidad.
Leer artículo completo: en Somos Primates
lunes, 19 de julio de 2010
Izquierda y diversidad
por José Natanson
Ni el pluralismo ni la apertura eran características propias de la izquierda clásica, que tendía a ignorar a las minorías, prestaba poca atención a las demandas particularistas y nunca contempló a la discriminación como un verdadero problema.
Algunos ejemplos latinoamericanos ilustran esta afirmación. La Revolución Nacional Boliviana de 1952, que algunos califican como la más radical del siglo XX en Sudamérica, encaró un breve pero muy ambicioso proyecto de inclusión social, con base en los sindicatos mineros, que produjo algunos avances notables, como la nacionalización de los recursos naturales, el voto universal y el reemplazo del ejército por milicias de obreros y campesinos. Y si bien es cierto que eliminó algunas normas segregacionistas (los indígenas, por ejemplo, tenían prohibido pisar la Plaza Murillo, equivalente paceño de la Plaza de Mayo), lo hizo a partir de un proyecto de homogeneización en clave mestiza, al estilo de la Revolución Mexicana, dentro del cual la cuestión étnica no ocupaba ningún lugar.
Ni el pluralismo ni la apertura eran características propias de la izquierda clásica, que tendía a ignorar a las minorías, prestaba poca atención a las demandas particularistas y nunca contempló a la discriminación como un verdadero problema.
Algunos ejemplos latinoamericanos ilustran esta afirmación. La Revolución Nacional Boliviana de 1952, que algunos califican como la más radical del siglo XX en Sudamérica, encaró un breve pero muy ambicioso proyecto de inclusión social, con base en los sindicatos mineros, que produjo algunos avances notables, como la nacionalización de los recursos naturales, el voto universal y el reemplazo del ejército por milicias de obreros y campesinos. Y si bien es cierto que eliminó algunas normas segregacionistas (los indígenas, por ejemplo, tenían prohibido pisar la Plaza Murillo, equivalente paceño de la Plaza de Mayo), lo hizo a partir de un proyecto de homogeneización en clave mestiza, al estilo de la Revolución Mexicana, dentro del cual la cuestión étnica no ocupaba ningún lugar.
Las tres profecías de Arthur Clarke
Arthur Clarke, foto Reuters
Isaac Asimov no es el único escritor de ciencia ficción que ha imaginado “leyes” capaces de sobrepasar las fronteras de su propia obra. Arthur Clarke, autor de obras tan conocidas como “2001: Una odisea del espacio”, “El centinela” o “Cita con Rama”, formuló tres leyes referidas a la ciencia que frecuentemente son citadas o repetidas por colegas o científicos. De ellas, seguramente la tercera es la más conocida: “cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.”
Muchos han sido los escritores de ciencia ficción que han incluido en sus obras artefactos, predicciones u otros elementos que luego se han convertido en realidad. Isaac Asimov se ha hecho famoso por sus Tres Leyes de la Robótica, y otros han predicho desde la utilización de la información como medio de control de los ciudadanos (“1984”, de George Orwell) o la realidad virtual (“La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares) hasta la bomba de neutrones (“Después de la bomba”, de Esteban Salazar Chapela).
Isaac Asimov no es el único escritor de ciencia ficción que ha imaginado “leyes” capaces de sobrepasar las fronteras de su propia obra. Arthur Clarke, autor de obras tan conocidas como “2001: Una odisea del espacio”, “El centinela” o “Cita con Rama”, formuló tres leyes referidas a la ciencia que frecuentemente son citadas o repetidas por colegas o científicos. De ellas, seguramente la tercera es la más conocida: “cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.”
Muchos han sido los escritores de ciencia ficción que han incluido en sus obras artefactos, predicciones u otros elementos que luego se han convertido en realidad. Isaac Asimov se ha hecho famoso por sus Tres Leyes de la Robótica, y otros han predicho desde la utilización de la información como medio de control de los ciudadanos (“1984”, de George Orwell) o la realidad virtual (“La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares) hasta la bomba de neutrones (“Después de la bomba”, de Esteban Salazar Chapela).
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