El blog de MATEÍNA

El blog de Mateína



miércoles, 16 de marzo de 2011

Portishead - Glory box

El colectivo de hackers Anonymous publica una carta para el mundo



Traducción de Pijamasurf del comunicado que emitió recientemente el colectivo de discidencia electrónica Anonymous. Un elegante llamado a la sublevación pacífica, intelectual, sensible, que nos permita tomar aquellas acciones necesarias para consumar un rediseño de las estructuras sociales, culturales y financieras.

Estamos frente a una oportunidad única en la historia, el surgimiento de internet y las tecnologías de las computadoras han contribuido a gestar un inédito nivel de prosperidad para el Primer Mundo. Hemos creado para nosotros un imperio como ningún otro, una red global de constante intercambio y comunicación, una nueva era de avances tecnológicos. Hemos andado un largo camino desde nuestras raíces en la Revolución Industrial y los días del Destino Manifestado. Ahora somos pioneros en las nuevas fronteras digitales expandiendo nuestro dominio al mundo cuántico y hasta el espacio exterior.

Sin embargo, el imperio enfrenta una crisis, una recesión global, creciente pobreza, violencia rampante, corrupción en la política, y amenazas a la seguridad personal. Y como en tiempos anteriores de crisis, las viejas historias han comenzado a repetirse de nuevo. Las medias verdades, esta vez se han repetido en los noticieros nocturnos haciendo eco a través de una serie de conductos en internet: el imperio es fuerte, el cambio es poco sabio, el negocio de siempre es la respuesta. En tiempos de desconcierto hay quienes buscan añadir confusión, propagando el miedo y las inseguridades. Aquellos que buscarían mantener la división entre nosotros para su propio beneficio. La invasiva estrategia toma muchas y convincentes formas: Liberales y Conservadores, Cristianos y Musulmanes, Blancos y Negros, Pecadores y Salvados.

Pero algo inesperado esta sucediendo. Hemos comenzado por compartirnos nuestras respectivas historias. Compartir nuestras vidas, nuestras esperanzas, nuestros sueños y nuestros demonios. Cada segundo, diariamente, a todas horas durante la noche, los intrépidos detalles de la vida en este planeta viajan a través del mundo. Y mientras vemos la vida de los demás interpretarse en nuestras propias salas de estar estamos comenzando a entender las consecuencias de nuestras acciones y los errores del pasado. Estamos cuestionando viejas verdades que afirman que estamos diseñados para consumir y no para crear, y que el mundo esta ahí para que lo tomemos, que las guerras son inevitables, y que la pobreza es ineludible. Mientras más aprendemos de nuestra comunidad global una verdad fundamental se ha revelado: no somos tan diferentes como pareciera que somos. Cada ser humano tiene fortalezas, debilidades, y emociones profundas. Labramos amor, amamos la risa, tememos la soledad y soñamos con una vida mejor.

Tú debes crear una vida mejor.

No puedes sentarte en tu sofá viendo televisión o jugando videojuegos, esperando a que una revolución suceda. Tu eres la revolución. Cada vez que decides no ejercer tus derechos, cada vez que te niegas a escuchar un punto de vista distinto, cada vez que ignoras el mundo a tu alrededor, cada vez que gastas un dólar en negocios que no retribuyen un pago justo estas contribuyendo a la opresión del cuerpo y la mente humana. Tu tienes una alternativa, la opción de tomar el camino fácil, el camino familiar, de caminar voluntariamente hacia tu propia sumisión. O la opción de levantarte, de caminar afuera y hablar con tu vecino, de involucrarte en nuevos foros para forjar un cambio significativo, perenne, para la raza humana.

Este es nuestro reto:

Una revolución pacífica, una revolución de ideas, una revolución de creación. La iluminación del siglo XXI. Un movimiento global para crear una nueva era de tolerancia y entendimiento, de empatía y respeto. Una era de desarrollo tecnológico sin restricción. Una era de cooperación y de compartir ideas. Una era de expresión personal y artística. Podemos elegir utilizar una nueva tecnología para gestar un cambio radical, positivo, o para que sea utilizada en nuestra contra. Podemos elegir mantener internet libre, mantener los canales de comunicación abiertos y cavar nuevos túneles hacia los lugares en donde la información aún esta guardada. O podemos dejar que todo se cierre a nuestro alrededor. Mientras nos trasladamos hacia nuevos mundos digitales, debemos aceptar la necesidad de información honesta y expresión libre. Debemos luchar para mantener internet libre como un espacio para el intercambio de ideas en donde todos estamos ubicados igualitariamente. Debemos defender nuestras libertades ante aquellos que buscan controlarnos. Debemos luchar por aquellos que aún no tienen una voz. Continúa contando tu historia. Todo debe ser escuchado.

Serge Latouche: “La gente feliz no suele consumir”

El ideólogo del decrecimiento analiza cómo nuestra sociedad ha creado una religión en torno al crecimiento y al consumismo

En una reciente conferencia en Pamplona el ideólogo francés del decrecimiento, Serge Latouche, expuso lúcidamente sus ideas en torno a la ilusión del crecimientto infinito en un planeta finito y su propuesta de una transformación hacia una visión cualitativa y no cuantitativa de la producción.

Latouche dice que desde la revolución industrial se ha fomentado la idea de que "mañana es siempre mejor que hoy" y que "más es siempre mejor", en la carrera indetenible del progreso a dominar la naturaleza y apilar bienes materiales. Sin embargo, este crecimiento, en teoría infinito, se ha convertido en un concepto perverso que incluye crecimiento de las enfermedades, de la contaminación, de la intoxicación bajo la creencia de que todo crecimiento es bueno. Atinadamente Latouche ve en el crecimiento una especie de religión donde el consumo es el rito de esta creencia.

En nuestra sociedad "se cree que el producto intenro bruto" es esquivalente a la felicidad, lo cual hace necesariamente que el ciudadano consuma más para que sigan creciendo el producto interno bruto y porque cree que consumiendo encontrará esta mítica felicidad asociada con objetos de consumo y los estilos de vida que representan.

Desde su punto de vista "vivimos fagotizados por la economía de la acumulación que conlleva a la frustración y a querer lo que no tenemos y ni necesitamos", lo cual, afirma, conduce a estados de infelicidad. "Hemos detectado un aumento de suicidios en Francia en niños", agregó, para aludir más adelante a la concesión por parte de los bancos de créditos al consumo a personas sin sueldo y patrimonio como sucedió en Estados Unidos en el inicio de la crisis económica mundial. Para el profesor Latouche, "la gente feliz no suele consumir".

Por todo esto Latouche cree que eventualmente el sistema capitalista de desplomará de manera traumática.
Artículo de Pijamasurf
Fuente: Diario de Navarra

Cómo los ricos destruyen el planeta

Entrevista de Luisa Corradini a Hervé Kempf

Cuando Hervé Kempf publicó en Francia el año pasado Cómo los ricos destruyen el planeta, estaba lejos de imaginar la actualidad que adquiriría su alegato en defensa de la ecología. En 12 meses, el recalentamiento del planeta acentuó sequías, inundaciones y turbulencias climáticas.

Se multiplicó el precio del petróleo y de los alimentos, lo que provocó manifestaciones planetarias contra el hambre y la desigualdad social. Después de hacer oídos sordos a esas amenazas durante mucho tiempo, los gobiernos empezaron a reconocer que, en efecto, no le queda mucho tiempo al mundo para encontrar una solución si no quiere sumergirse en el caos. En 2007, Kempf había dicho: "Nos quedan diez años". "El hombre alcanzó los límites de la biosfera. Vivimos un momento histórico. Nos encontramos realmente en un callejón sin salida", dijo a adn CULTURA.

Periodista del diario francés Le Monde, especialista en temas ecológicos desde hace más de 20 años, Kempf analiza con cifras y argumentos precisos las razones de esa urgencia. En su libro, que acaba de ser publicado en la Argentina por Libros del Zorzal, denuncia el papel de los ricos en ese proceso de destrucción: "Son ellos quienes crean los modelos que imita el resto del planeta", afirma. A su juicio, la necesidad de consumo material se transmite de los opulentos hacia abajo hasta llegar a los más pobres de los países más miserables. Kempf no pretende privar a los pobres de la posibilidad de desarrollarse. Para él, es imprescindible regresar a la noción de "bien común". "Es una cuestión de sentido común. Es necesario regresar a la sobriedad", dice este parisino afable, de 51 años, que se desplaza en bicicleta y cuyos cinco hijos viven felices en el corazón de la quinta potencia del mundo sin teléfono celular ni televisión.

- Cuando publicó su libro, la ecología estaba lejos de tener la importancia que alcanzó ahora. ¿Usted esperaba esa aceleración brutal de la crisis?
- Sí. Yo sabía que era inminente. Pero lo que más me sorprendió fue la toma de conciencia del aspecto social de la cuestión ecológica que se ha producido. En Francia, la gente, en particular la de izquierda, terminó por entender que la ecología no es una preocupación de burgueses, sino que realmente forma parte de la política; que ya no se puede interpretar el mundo sin la ecología. Por su parte, los ecologistas han comprendido que es imposible pensar la ecología sin tener en cuenta las desigualdades sociales. Es evidente que el encuentro entre la ecología y lo social se está haciendo en forma muy clara.

Sobre las guerras

(Fragmento de la carta primera del SupMarcos a Don Luis Villoro, inicio del intercambio epistolar sobre Ética y Política. Enero-Febrero del 2011).

Foto: Eduardo Miranda

Como pueblos originarios mexicanos y como EZLN algo podemos decir sobre la guerra. Sobre todo si se libra en nuestra geografía y en este calendario: México, inicios del siglo XXI…


II.- LA GUERRA DEL MÉXICO DE ARRIBA.

“Yo daría la bienvenida casi a cualquier guerra
porque creo que este país necesita una”.
Theodore Roosevelt.


Y ahora nuestra realidad nacional es invadida por la guerra. Una guerra que no sólo ya no es lejana para quienes acostumbraban verla en geografías o calendarios distantes, sino que empieza a gobernar las decisiones e indecisiones de quienes pensaron que los conflictos bélicos estaban sólo en noticieros y películas de lugares tan lejanos como… Irak, Afganistán,… Chiapas.

Y en todo México, gracias al patrocinio de Felipe Calderón Hinojosa, no tenemos que recurrir a la geografía del Medio Oriente para reflexionar críticamente sobre la guerra. Ya no es necesario remontar el calendario hasta Vietnam, Playa Girón, siempre Palestina.

Y no menciono a Chiapas y la guerra contra las comunidades indígenas zapatistas, porque ya se sabe que no están de moda, (para eso el gobierno del estado de Chiapas se ha gastado bastante dinero en conseguir que los medios no lo pongan en el horizonte de la guerra, sino de los “avances” en la producción de biodiesel, el “buen” trato a los migrantes, los “éxitos” agrícolas y otros cuentos engañabobos vendidos a consejos de redacción que firman como propios los boletines gubernamentales pobres en redacción y argumentos).

La irrupción de la guerra en la vida cotidiana del México actual no viene de una insurrección, ni de movimientos independentistas o revolucionarios que se disputen su reedición en el calendario 100 o 200 años después. Viene, como todas las guerras de conquista, desde arriba, desde el Poder.