Foto:Kim Manresa
35 años. Nací y vivo en l'Alguer (Cerdeña). Vivo en pareja. Doctor en Ciencias Naturales. Imparto seminarios sobre el sol; colaboro con varias universidades. La política debería adoptar el modelo solar. Abogo por la experiencia directa, una creencia es una proyección mental.
El sol, y su luz, es un manantial de salud que no utilizamos.
¡Pero si el sol provoca cáncer de piel!
El problema no es el sol, sino nuestra relación con él. Vivimos diez meses encerrados con luz artificial y después nos ponemos un mes bajo un sol de justicia un montón de horas diarias.
No le falta razón.
El sol sintetiza la vitamina D, que sirve para fijar el calcio en los huesos, previene los resfriados, las enfermedades autoinmunes y el asma. Protege el corazón, regula el buen funcionamiento del hígado y los intestinos, ayuda a no engordar...
¿Ah, sí?
Sí, regula los impulsos de hambre, sed y sueño. La vitamina D está relacionada con el correcto desarrollo muscular en la adolescencia y la formación regular de colesterol; refuerza el sistema nervioso, el inmunitario, la resistencia física, la capacidad de atención y aprendizaje...
Sorprendente.
Aumenta la producción de testosterona en el hombre y de progesterona en la mujer.
¿Entonces aumenta la libido?
Sí, y las capacidades reproductivas; mejora la circulación epidérmica (acción reafirmante); tiene efectos terapéuticos en artritis, reumatismos y artrosis, mejora la visión...
Los expertos recomiendan no salir a la calle sin crema protectora.
Hay que prevenir el cáncer de piel, pero... ¿se tiene en cuenta la reducción de la vitamina D y todas las enfermedades que derivan de su carencia a causa de la falta de contacto de la luz sobre la piel...?