El blog de MATEÍNA
El blog de Mateína
miércoles, 23 de febrero de 2011
Ya está en la web la tercera
La tercera parte de la serie Zeitgeist ("Zeitgeist: Moving forward")ya está en la web. Para ver los subtítulos en español hay que pulsar el botón "CC". Que la disfuten.
Zeitgeist (la primera, del 2007) subtitulada en español en trece partes.
Zeitgeist Addendum (completa)
lunes, 21 de febrero de 2011
“La verdadera música se cantó en las calles de El Cairo"
Federico Lisica
Página 12 - Suplemento NO
Estos músicos árabes asentados en Norteamérica crearon #Jan25, una canción que hizo furor durante la caída del dictador egipcio Hosni Mubarak. De orígenes iraquíes, sirios, palestinos y afroamericanos convertidos al Islam, citan a Gandhi, al Che y a Malcolm X. “La verdadera música se cantó en las calles de El Cairo”, dice Omar Offendum.
Los egipcios que tipearon “#Jan25” en Twitter desconocían que el término se volvería un icono de la revuelta iniciada el 25 de enero y que dio fin al gobierno totalitario de Hosni Mubarak. Lo cierto es que ése trending topic (“tema del momento”) tuvo un rebote fortísimo. Algunos de los que seguían los tweets in situ eran seis artistas norteamericanos de raíces árabes (y/o musulmanes). Inspirados “por la resistencia del pueblo”, crearon #Jan25, canción que anhela ser un testimonio “del efecto que tuvo la revolución en los corazones y la mente de la juventud”. Además del tema, hicieron un clip con capturas de la revuelta vía Al Jazeera y lo postearon en YouTube. En pocos días lo vieron más de 100 mil personas. Vale una aclaración: todo esto fue previo al #Feb11, jornada en la que Mubarak finalmente fue vencido. “Básicamente queríamos ser solidarios con nuestros hermanos y hermanas. Es una dedicatoria a los que pelearon en este evento histórico. Obviamente nos conmovimos con la repercusión del tema, pero la verdadera música es la que se estuvo cantando en las calles de El Cairo, Alejandría, Suez y más allá también”, le cuenta en exclusiva al NO Omar Offendum, uno de los MCs que participó del proyecto.
Página 12 - Suplemento NO
Estos músicos árabes asentados en Norteamérica crearon #Jan25, una canción que hizo furor durante la caída del dictador egipcio Hosni Mubarak. De orígenes iraquíes, sirios, palestinos y afroamericanos convertidos al Islam, citan a Gandhi, al Che y a Malcolm X. “La verdadera música se cantó en las calles de El Cairo”, dice Omar Offendum.
Los egipcios que tipearon “#Jan25” en Twitter desconocían que el término se volvería un icono de la revuelta iniciada el 25 de enero y que dio fin al gobierno totalitario de Hosni Mubarak. Lo cierto es que ése trending topic (“tema del momento”) tuvo un rebote fortísimo. Algunos de los que seguían los tweets in situ eran seis artistas norteamericanos de raíces árabes (y/o musulmanes). Inspirados “por la resistencia del pueblo”, crearon #Jan25, canción que anhela ser un testimonio “del efecto que tuvo la revolución en los corazones y la mente de la juventud”. Además del tema, hicieron un clip con capturas de la revuelta vía Al Jazeera y lo postearon en YouTube. En pocos días lo vieron más de 100 mil personas. Vale una aclaración: todo esto fue previo al #Feb11, jornada en la que Mubarak finalmente fue vencido. “Básicamente queríamos ser solidarios con nuestros hermanos y hermanas. Es una dedicatoria a los que pelearon en este evento histórico. Obviamente nos conmovimos con la repercusión del tema, pero la verdadera música es la que se estuvo cantando en las calles de El Cairo, Alejandría, Suez y más allá también”, le cuenta en exclusiva al NO Omar Offendum, uno de los MCs que participó del proyecto.
La evolución política de Calle 13
Luis Paz
Página 12, Suplemento NO
El cambio en el hábito de la lectura de noticias en papel por la práctica de la lectura online modifica bastante más que la venta de diarios y revistas. Un diario abierto sobre la mesa podía hacer que los más chicos de la casa se toparan con alguna novedad internacional, algún hecho relevante de la política mundial. En cambio, una ventana con un artículo similar en Internet tiene, por lo común, un sólo destino: ser cerrada para habilitar el ingreso a alguna red social o servicio de mensajería instantánea. Así es que la elipsis de la noticia se ha vuelto mayor en la juventud, algo facilitado por otros factores también. Pero, por suerte, aún existen en la música ciertos espacios con la capacidad de contar el mundo más allá de las idas y vueltas de un amor no correspondido. Entre el collage furioso de remeras de Los Piojos, Almafuerte, Los Redondos y Charly, en el Cosquín Rock del fin de semana pasado apareció una remera con la inscripción “Uribe paramilitar” en un pibe de 15 años que, según cotejó el NO, no estaba demasiado al tanto sobre las FARC o la guerrilla narco. Era simplemente un acto reflejo de imitación a su nuevo ídolo, el Residente de Calle 13 que usó una prenda con el mismo diseño en la entrega de los Premios MTV de 2009. Lo notable es que el pibe no es el único que transformó su mirada sobre América latino a partir de la irrupción de la última gran cosa (grande de verdad) en la música de la región. Aunque, tal vez, la transformación más profunda haya sido la de Calle 13.
Página 12, Suplemento NO
El cambio en el hábito de la lectura de noticias en papel por la práctica de la lectura online modifica bastante más que la venta de diarios y revistas. Un diario abierto sobre la mesa podía hacer que los más chicos de la casa se toparan con alguna novedad internacional, algún hecho relevante de la política mundial. En cambio, una ventana con un artículo similar en Internet tiene, por lo común, un sólo destino: ser cerrada para habilitar el ingreso a alguna red social o servicio de mensajería instantánea. Así es que la elipsis de la noticia se ha vuelto mayor en la juventud, algo facilitado por otros factores también. Pero, por suerte, aún existen en la música ciertos espacios con la capacidad de contar el mundo más allá de las idas y vueltas de un amor no correspondido. Entre el collage furioso de remeras de Los Piojos, Almafuerte, Los Redondos y Charly, en el Cosquín Rock del fin de semana pasado apareció una remera con la inscripción “Uribe paramilitar” en un pibe de 15 años que, según cotejó el NO, no estaba demasiado al tanto sobre las FARC o la guerrilla narco. Era simplemente un acto reflejo de imitación a su nuevo ídolo, el Residente de Calle 13 que usó una prenda con el mismo diseño en la entrega de los Premios MTV de 2009. Lo notable es que el pibe no es el único que transformó su mirada sobre América latino a partir de la irrupción de la última gran cosa (grande de verdad) en la música de la región. Aunque, tal vez, la transformación más profunda haya sido la de Calle 13.
Agua que debieras beber
Pedro Lipcovich
Página 12
Imagen: AFP
¿Cuál es el animal tan tonto como para olvidarse de tomar agua cuando tiene sed? El ser humano, por supuesto. Por ejemplo, una investigación sobre un grupo de adolescentes jugadores de rugby, en un prestigioso club del Gran Buenos Aires, mostró que seis de cada diez empezaban el partido mal hidratados, y ocho de cada diez terminaban deshidratados. “Si esto pasa en jóvenes deportistas, con acceso a información y orientación, con más razón sucede en los sectores de menor nivel social o cultural”, advirtió la directora de una licenciatura universitaria en nutrición. Muchas veces, “aunque el cerebro advierta que el organismo se está deshidratando, la persona tiene la cabeza en otra parte y no responde a lo que el cuerpo le pide”, comentó la autora de la investigación sobre los rugbiers. “Se ha perdido el hábito de tomar agua”, sustituida por bebidas azucaradas que son una de las principales causas de lo que los nutricionistas llaman epidemia de obesidad. Además, “las personas que no están bien hidratadas sienten más cansancio y sensación de esfuerzo, durante el ejercicio físico e incluso en las actividades cotidianas: sienten un agotamiento, no saben por qué y es porque están deshidratadas”, advirtió la investigadora.
Página 12
Imagen: AFP
¿Cuál es el animal tan tonto como para olvidarse de tomar agua cuando tiene sed? El ser humano, por supuesto. Por ejemplo, una investigación sobre un grupo de adolescentes jugadores de rugby, en un prestigioso club del Gran Buenos Aires, mostró que seis de cada diez empezaban el partido mal hidratados, y ocho de cada diez terminaban deshidratados. “Si esto pasa en jóvenes deportistas, con acceso a información y orientación, con más razón sucede en los sectores de menor nivel social o cultural”, advirtió la directora de una licenciatura universitaria en nutrición. Muchas veces, “aunque el cerebro advierta que el organismo se está deshidratando, la persona tiene la cabeza en otra parte y no responde a lo que el cuerpo le pide”, comentó la autora de la investigación sobre los rugbiers. “Se ha perdido el hábito de tomar agua”, sustituida por bebidas azucaradas que son una de las principales causas de lo que los nutricionistas llaman epidemia de obesidad. Además, “las personas que no están bien hidratadas sienten más cansancio y sensación de esfuerzo, durante el ejercicio físico e incluso en las actividades cotidianas: sienten un agotamiento, no saben por qué y es porque están deshidratadas”, advirtió la investigadora.
¡Indígnense!
Alberto D. Fraile Oliver
Revista Namasté
Circula por Internet la traducción de un manifiesto que ha sorprendido a Francia. Un breve texto de escasas páginas que está abriendo los ojos a muchas personas sobre los retos de nuestro tiempo y la necesidad de indignarse, reaccionar, resistir y crear alternativas.
Precisamente el título del manifiesto es “¡Indígnese!” Su autor es un testigo (y actor) de lujo del siglo XX, Stéphane Hessel. Un hombre de 93 años, que en el ocaso de su vida quiere pasar el testigo a las nuevas generaciones y nos llama a una insurrección pacífica. Miembro activo de la Resistencia francesa contra el fascismo y participante en la redacción de la Declaración Universal de los Derecho Humanos su mensaje es claro, conciso y muy contundente.
Este texto, que podría considerarse un panfleto, ha vendido 700.000 copias en pocos meses en Francia. Conecta con una corriente de malestar y enfado colectivo por las medidas que están tomando las instituciones políticas y económicas nacionales e internacionales para corregir los desajustes ocasionados por las crisis financiera que nos ha sacudido. Hessel está indignado, y con razón, al observar que los bancos “están más preocupados de sus dividendos y de los altos sueldos de sus líderes que del interés general”. Y avisa de que “los lideres políticos, económicos e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la opresión de una dictadura internacional real o de lo mercados financieros que amenazan la paz y la democracia”.
En la época de la Resistencia que le tocó vivir, el enemigo estaba claro: el totalitarismo fascista. Ahora, reconoce Hessel, “el mundo se ha vuelto demasiado complejo” y “no es tan sencillo diferenciar las corrientes que nos gobiernan”.
A los jóvenes les señala dos de los grandes desafíos de nuestro tiempo: “la gran brecha que existe entre los más pobres y los más ricos y que no cesa de crecer” y la amenaza a los derechos humanos y el medio ambiente”.
Llama a la indignación colectiva, pero a renglón seguido añade “estoy convencido de que el futuro pertenece a la no-violencia”. Al hablar de las conflictos especialmente indignantes en nuestro tiempo, el autor, hace hincapié en la situación de los palestinos maltratados en la Franja de Gaza y Cisjordania. Tras visitar la zona recientemente describe Gaza como “una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos”. Y hace suya la acusación de un juez surafricano y otro judío que afirmaban que el ejército israelí habían cometido “actos comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias, crímenes contra la humanidad”. Entiende que los palestinos tienen motivos más que suficientes para estar exasperados y desesperanzados, que si bien no se puede justificar su uso desesperado de la violencia, si se puede comprender porque “cuando el pueblo está ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular no puede ser totalmente pacífica” y acusa a los israelíes de “no extraer lecciones de su propia historia”.
Revista Namasté
Circula por Internet la traducción de un manifiesto que ha sorprendido a Francia. Un breve texto de escasas páginas que está abriendo los ojos a muchas personas sobre los retos de nuestro tiempo y la necesidad de indignarse, reaccionar, resistir y crear alternativas.
Precisamente el título del manifiesto es “¡Indígnese!” Su autor es un testigo (y actor) de lujo del siglo XX, Stéphane Hessel. Un hombre de 93 años, que en el ocaso de su vida quiere pasar el testigo a las nuevas generaciones y nos llama a una insurrección pacífica. Miembro activo de la Resistencia francesa contra el fascismo y participante en la redacción de la Declaración Universal de los Derecho Humanos su mensaje es claro, conciso y muy contundente.
Este texto, que podría considerarse un panfleto, ha vendido 700.000 copias en pocos meses en Francia. Conecta con una corriente de malestar y enfado colectivo por las medidas que están tomando las instituciones políticas y económicas nacionales e internacionales para corregir los desajustes ocasionados por las crisis financiera que nos ha sacudido. Hessel está indignado, y con razón, al observar que los bancos “están más preocupados de sus dividendos y de los altos sueldos de sus líderes que del interés general”. Y avisa de que “los lideres políticos, económicos e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la opresión de una dictadura internacional real o de lo mercados financieros que amenazan la paz y la democracia”.
En la época de la Resistencia que le tocó vivir, el enemigo estaba claro: el totalitarismo fascista. Ahora, reconoce Hessel, “el mundo se ha vuelto demasiado complejo” y “no es tan sencillo diferenciar las corrientes que nos gobiernan”.
A los jóvenes les señala dos de los grandes desafíos de nuestro tiempo: “la gran brecha que existe entre los más pobres y los más ricos y que no cesa de crecer” y la amenaza a los derechos humanos y el medio ambiente”.
Llama a la indignación colectiva, pero a renglón seguido añade “estoy convencido de que el futuro pertenece a la no-violencia”. Al hablar de las conflictos especialmente indignantes en nuestro tiempo, el autor, hace hincapié en la situación de los palestinos maltratados en la Franja de Gaza y Cisjordania. Tras visitar la zona recientemente describe Gaza como “una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos”. Y hace suya la acusación de un juez surafricano y otro judío que afirmaban que el ejército israelí habían cometido “actos comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias, crímenes contra la humanidad”. Entiende que los palestinos tienen motivos más que suficientes para estar exasperados y desesperanzados, que si bien no se puede justificar su uso desesperado de la violencia, si se puede comprender porque “cuando el pueblo está ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular no puede ser totalmente pacífica” y acusa a los israelíes de “no extraer lecciones de su propia historia”.
Fidel con intelectuales: “El mundo debería ser una familia”
Cubadebate
Foto: Roberto Chile
“No hablo de salvar a la humanidad en términos de siglos o de milenios… A la humanidad hay que empezar a salvarla ya”, dijo Fidel en un diálogo con los escritores que asisten a la XX edición de la Feria Internacional y que se prolongó por más de cinco horas.
A LA HUMANIDAD HAY QUE EMPEZAR A SALVARLA YA
Texto Introductorio del Comandante en Jefe Fidel Castro al debate con los intelectuales realizado el martes 15 de febrero de 2011 en el Palacio de las Convenciones.
Supe que varios intelectuales prestigiosos, y amigos sinceros de Cuba, visitaron nuestra Capital para participar en la XX Feria Internacional del Libro de La Habana.
Esa Feria es una de las modestas cosas buenas que hemos impulsado. Los libros y las ideas que ustedes elaboran y promueven han sido fuentes de aliento y esperanza; gracias a ellos, conocemos lo que vale el injerto del talento y la bondad. Sus nombres se familiarizan y se repiten a lo largo de la vida durante años, que siempre nos parecen breves.
Entre los factores que amenazan al mundo están las guerras. Los científicos han sido capaces de poner en manos del hombre colosales energías, que han servido entre otras cosas para crear un instrumento autodestructivo y cruel como el arma nuclear.
Los intelectuales pueden quizás prestar un enorme servicio a la humanidad. No se trataría de salvarla en términos de milenios, tal vez ni siquiera en términos de siglos. El problema es que nuestra especie se encuentra ante problemas nuevos, y no aprendió siquiera a sobrevivir.
Si logramos que los intelectuales comprendan el riesgo que estamos viviendo en este momento, en que la respuesta no se puede posponer, tal vez logren persuadir a las criaturas más autosuficientes e incapaces que han existido nunca: nosotros, los políticos.
Foto: Roberto Chile
“No hablo de salvar a la humanidad en términos de siglos o de milenios… A la humanidad hay que empezar a salvarla ya”, dijo Fidel en un diálogo con los escritores que asisten a la XX edición de la Feria Internacional y que se prolongó por más de cinco horas.
A LA HUMANIDAD HAY QUE EMPEZAR A SALVARLA YA
Texto Introductorio del Comandante en Jefe Fidel Castro al debate con los intelectuales realizado el martes 15 de febrero de 2011 en el Palacio de las Convenciones.
Supe que varios intelectuales prestigiosos, y amigos sinceros de Cuba, visitaron nuestra Capital para participar en la XX Feria Internacional del Libro de La Habana.
Esa Feria es una de las modestas cosas buenas que hemos impulsado. Los libros y las ideas que ustedes elaboran y promueven han sido fuentes de aliento y esperanza; gracias a ellos, conocemos lo que vale el injerto del talento y la bondad. Sus nombres se familiarizan y se repiten a lo largo de la vida durante años, que siempre nos parecen breves.
Entre los factores que amenazan al mundo están las guerras. Los científicos han sido capaces de poner en manos del hombre colosales energías, que han servido entre otras cosas para crear un instrumento autodestructivo y cruel como el arma nuclear.
Los intelectuales pueden quizás prestar un enorme servicio a la humanidad. No se trataría de salvarla en términos de milenios, tal vez ni siquiera en términos de siglos. El problema es que nuestra especie se encuentra ante problemas nuevos, y no aprendió siquiera a sobrevivir.
Si logramos que los intelectuales comprendan el riesgo que estamos viviendo en este momento, en que la respuesta no se puede posponer, tal vez logren persuadir a las criaturas más autosuficientes e incapaces que han existido nunca: nosotros, los políticos.
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