por Federico Mayor Zaragoza
“Es necesaria la reapropiación del tiempo” (Profesora María Novo)
La industria del “entretenimiento" adquiere colosales proporciones y puede ser la próxima “burbuja”. Llega a ser casi una adicción… ¿Y cuándo se piensa?, ¿cuándo se imagina?, ¿cuándo se inventa?
Pensar es la actividad exclusiva y distintiva de la especie humana. Hacerlo sin cortapisas, sin restricciones, sin condicionamientos, es la expresión de nuestra libertad.
Y actuar en virtud de nuestra reflexión y no al dictado de nadie, es nuestra responsabilidad. “Libres y responsables”, cualidades de las personas “educadas”, según establece la Constitución de la UNESCO.
Educación es “dirigir con sentido la propia vida”, según definición inmejorable de Don Francisco Gines de los Ríos. En consecuencia, los “educados” pueden participar, ser actores y no espectadores impasibles, pusilánimes, obedientes, silenciosos, resignados.
Tiempo para pensar. Para intentar dar respuesta a las preguntas esenciales, aunque no es fácil porque, como escribió Don José Bergamín: "Me encuentro huyendo de mí cuando conmigo me encuentro”.
Y tiempo para observar (es decir, mirar pensando) lo que vemos.
Las noticias se refieren siempre, lógicamente, a lo insólito, a lo extra-ordinario. Aunque sean fidedignas nos trasladan sólo una parte muy pequeña de lo que sucede, del conjunto de la realidad. Tenemos que esforzarnos en ver los “invisibles”.
Pero es que, además, con frecuencia las noticias van “tintadas” del color de quienes las emiten. Noticias sesgadas, falaces.
“Los españoles piensan que”… he oído decir, con reiteración inadmisible, a quienes se arrogan la representación de “los españoles”, cuando en realidad sólo se trata de una parte de los ciudadanos españoles. El resultado suele ser que a la apatía social se añade la política.
Acceso, pues, a la más diversa información y tiempo para meditar sobre los “invisibles” (para poder hacer los “imposibles”, como decía el Prof. B. Lawn, Premio Nobel de la Paz 1985).
Tiempo para comparar, para apreciar lo que tenemos, para darnos cuenta de la “cantidad” de bienestar que tenemos y del “malestar” ajeno.
Tiempo para convertirnos en ciudadanos participativos que no aceptan que otros padezcan los “efectos colaterales” del actual sistema.
Estamos distraídos con el ciberespacio, con la telefonía móvil, con la TV, con las “play station”, con los omnipresentes espectáculos deportivos. El fútbol a todas horas: liga, copa, supercopa, champions, Europa, mundial…! La industria del “entretenimiento adquiere colosales proporciones y puede ser la próxima “burbuja”… Llega a ser casi una adicción… ¿Y cuándo se piensa?, ¿cuándo se imagina?, ¿cuándo se inventa?
Distraídos, olvidando lo que debería recordarse a cada paso. Deber de memoria. Deber de voz: la voz debida.
Para cambiar las actuales tendencias hay que empezar por cambiarnos a nosotros, a nuestro entorno.
Para movilizar a los ciudadanos, para dejar de ser súbditos, sumisos, silenciosos, obedientes, es necesario inventar otro mañana…
¡Alerta! ¿Globalización mental? Tenemos que ofrecer fórmulas alternativas y exigir que la gobernación, a escala local y mundial, sea democrática. ¡No queremos que nos guíen los 6, 7, 8…20 países más ricos del mundo! ¡Queremos unas Naciones Unidas –“Nosotros, los pueblos…” – fuertes y dotadas de los recursos humanos, técnicos y financieros necesarios!
Queremos guiarnos por principios éticos universales (justicia social, solidaridad…) y no por el mercado. ¡Poder ciudadano, ya!
Termino con otra frase de María Novo: “El gran problema es el N.T.D. (nos tienen distraídos)”.
Pues ya no nos dejaremos distraer tan fácilmente.
Federico Mayor Zaragoza. Presidente de la Fundación Cultura de Paz.
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